viernes, 4 de abril de 2014

Cuando vayas a votar


Sábado, 30 de abril, 2011  -  19h00


El ser humano es imperfecto por naturaleza, pues tiene de su lado al libre albedrío; la facultad que le otorga su mente y espíritu para caminar en la dirección que le parece, pudiendo errar o acertar monumentalmente en el camino, y serán su condición y la moral las que dictarán ese juicio.

Establecer contrapeso al ejercer poder, y un equilibrio de este da por resultado una sociedad más justa.
El otorgar poder en un solo lado de la balanza establece un desequilibrio que causaría pánico hasta en el más grande de los optimistas.
Involucrarse, entrometerse o influir en decisiones de los poderes institucionales es parcializar la balanza.
Pedir que se autorice de forma implícita la manipulación de los poderes por parte de cualquier personaje que represente uno de ellos, ¡es una aberración!; mucho más si la justificación de ese consentimiento se basa en la premisa de ser hombre correcto, o un "mesías" por ejemplo político, con decisiones irrefutables, dizque comparables solo a encíclicas.
Luis Alfredo Cuasapaz,
ingeniero mecánico, Guayaquil

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