Sábado, 30 de abril, 2011 - 19h00
Establecer contrapeso al ejercer poder, y un equilibrio de este da por resultado una sociedad más justa.
El otorgar poder en un solo lado de la balanza establece un desequilibrio que causaría pánico hasta en el más grande de los optimistas.
Involucrarse, entrometerse o influir en decisiones de los poderes institucionales es parcializar la balanza.
Pedir que se autorice de forma implícita la manipulación de los poderes por parte de cualquier personaje que represente uno de ellos, ¡es una aberración!; mucho más si la justificación de ese consentimiento se basa en la premisa de ser hombre correcto, o un "mesías" por ejemplo político, con decisiones irrefutables, dizque comparables solo a encíclicas.
Luis Alfredo Cuasapaz,
ingeniero mecánico, Guayaquil
ingeniero mecánico, Guayaquil
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