viernes, 4 de abril de 2014

A mis hermanos scouts



El ejemplo, buen ejemplo, es casi nulo en nuestro medio, hace muchos años se realizó una entrevista a una humilde familia, hijos de una señora que vivía en las laderas del pichincha, con nueve hijos en total, sin padre y con el más oscuro de los futuros, hecho común en las sociedades latinas, nada de asombrarse, podríamos ahondar en mucha politiquería y análisis sesudo de por que esa inequidades, les reservo ese papel de filosofo a quienes ostentan el poder actualmente, auto considerados genios precursores de la solución y defensores de quienes menos tienen. Volviendo al tema de la entrevista, la reportera, recuerdo claramente, preguntó a una de las niñas con apenas seis o siete años de edad, ¿Qué deseas ser de grande?, la niña en su corto deseo respondió, cocinar, sin menospreciar o desestimar el sacrificado arte culinario, pienso en aquella niña, un niño normalmente debería pensar en ser Super héroe, futbolista, policía, bombero, por que es lo que su mente acoge como modelo a seguir, pero, ese bebe, esa niña pensaba en cocinar, es decir ser trabajadora domestica, una vez más, entiéndase que no se trata de pensar que tan noble labor es indigna, jamás, se trata de dejar claro que esta niña no conocía o por lo menos en su mundo no existen las posibilidades de romper una línea de servidumbre, pues lastimosamente es lo único que conocía, hoy me pregunto ¿qué será la vida de ella?, ¿habrá cumplido su sueño?, el mundo de ella y su visión de ser adulto no pasaba de ser un trabajador de servicio, por que era lo único que ella observaba.





Normalmente, una frase dicha mil veces se adopta como una verdad irrefutable, se acostumbra al cerebro a ese comportamiento y se acepta el hecho repetido como una verdad intachable, hace mil quinientos años todos sabían que la tierra era el centro del universo, hace 600 años todos sabían que la tierra era plana, hace 30 años el PRI de México era imbatible, hace varios años esa niña creía sólo en ese futuro.
Gracias a muchas personas que creemos que la única forma de igualdad es la forma del conocimiento y la capacitación, el futuro de millones de niños no será tan limitado, aplaudo a cada una de las personas que ve en un niño una oportunidad de vida, que se refleja en los ojos de ellos y desea hacerlos progresar, mostremos a los niños la posibilidad de ser, ser un ingeniero, un astrónomo, un alcalde, un presidente, mostremos incansablemente a ellos que existen posibilidades y formas de vida distintas a las que ellos tienen en este momento, que no viven anclados o rehenes de un destino trágico y cíclico, mostremos los ejemplos y las elecciones que tienen, y borremos de sus mentes que el destino está marcado en ellos y que es una utopía sólo el pensar cambiarlo, llevemos a los niños a las alturas del pensamiento, así ellos obtendrán alas en su espíritu´.

“Mostrad a un niño el cielo y este deseará una estrella”

Luis Cuasapaz

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