“SIGUE CAMINANDO”

Si crees que tus seres más cercanos y tus amigos te han abandonado, te cuento la historia de este caballero, quien daba todo por todos y cuando deseo algo para él, lo traicionaron y su legado fue pisoteado, se sintió un ser horrible y sin valor, y de allí retomaría su sendero, menos fuerte pero con más ganas y de forma diferente.

” La traición te quita todo, pero jamás quitará tu espíritu”

“Hace mucho y desanimado por los actos cotidianos de la gente, la depresión en su persona y el abandono de sus ideas lo llevó a un agujero muy profundo, haber conocido de cerca la maldad humana lo llevó a un estado de abandono de ideales, fue tal decepción que pensó estar equivocado, que debía vivir la vida al máximo cada momento y dejarse de preocupar por la importancia de la trascendencia, miles de veces le recriminaron; “haces las cosas a la antigua, pareciendo un viejo”; malo es soñar con estrellas y la luna, y que diseñar la lealtad como una forma de vida fue el peor de sus errores, tanto fue su pesar al enterarse de actos indignos en el mundo de muchos de sus allegados, inclusive de los que más confiaba, que deseó muy firmemente caminar por la senda que tanto odió, aquella del egoísmo, el arribismo y la ventaja, sin embargo, y a pesar de ser invitado a ser partícipe de aquello, jamás se sintió cómodo, no le gusta el mundo vacío, mientras muchos se divertían el escapaba para volver a ver las estrellas con las que tanto soñaba, extrañaba su armadura y su espada, las misma que abandonó cegado por una falsa ilusión y un cruel engaño, por momentos y con los ojos entre abiertos se veía rodeado de su corte inclusive de aquellos que apuñalaron sus ideas, deseando que todo fuera una infeliz pesadilla.

En uno de sus tantos viajes solitarios llegó a un río, que lo vio correr desde niño, desde que soñara en convertirse en caballero, y recordaba cuanta niñez se bañó allí con la misma ilusión que él, entre recuerdos y lágrimas, varios niños empezaron a llegar los mismos jugaban a ser héroes, a ser valientes, ver esos juegos le hizo comprender que nada había cambiado, supo entonces que su ideal no estaba equivocado, simplemente se lo entregó a personas equivocadas, que debía volver a vestirse de armadura y empuñar su espada, y decidió volver, decidió mirar al frente y de apoco recuperar lo que le arrebataron, sería largo el camino pero ningún camino es largo si se llega a donde se desea.

Cerca de un año pasaría y visitando un paraje de su ciudad halló un joven, que le dijo, que su partida le hizo falta, este joven a quien el caballero recuerda haber bajado la mirada para contemplar sus ojos, hoy lo miraba de frente, pero con ojos bastante tristes, Jamás pensó que lo que el califico como enfermedad sería su final cura, se dio cuenta que su presencia entre ellos no los hacía estar mejor, simplemente su estancia entre ellos no los dejaba caer más profundo de lo que ya estaban, él fue un simple brazo que sostenía de la mano a un joven a punto de caer al abismo, y con su partida, muchos de ellos se abatieron, muchos de ellos se perdieron, muchos de ellos jamás volverán, esa noche fue larga y pesada, y una vez que la verdad de la trampa en que fue sumergido fue develada, estaba listo, pero ya no podía cabalgar por su edad, ya no podía recorrer esos senderos interminables a la cabeza de un pelotón, su espíritu seguía siendo fuerte pero su espalda ya no soportaría la carga de un morral, abandonó su caballo y  en lugar de este, en su hombro llevaría un castor, una castorcita, como símbolo de entrega e incansable trabajo.”

Este relato, es en honor de aquellos que aún sin norte y dirección se mantuvieron en camino, y en disculpas de aquellos que extrañaron, nadie es perfecto, y nadie está lejos de una trampa, ya sea de seres malignos e interesados, o de los juegos perversos de la vida, hacer las cosas con pasión y entrega, y si alguien te dice que hacerlo de esa forma es equivocada, pues esa persona jamás fue importante para nadie. Por ese joven que aunque se desvió por abandono, hoy sigue luchando por volver, por ese joven y todos aquellos jóvenes, “sigue tu estrella, aunque la luna brille y las nubes las oculten, ellas están allí siempre para guiarte”